viernes, 4 de diciembre de 2015

Daredevil de Frank Miller - Primera Parte


AVISO: La reseña contiene spoilers, para acceder a una versión reducida sin ellos pulsa aquí.

Frank Miller, el hombre que revolucionó el mercado del cómic con Sin City, 300, El Regreso del Caballero Oscuro o Batman Año Uno. Pero antes de todo eso, antes de que el guionista y dibujante se convirtiera en leyenda, sólo existía un chico de veintidós años recién llegado a la industria del cómic. Un chico que, pese a haber realizado escasos trabajos en Marvel, pronto perfilaría la personalidad de Daredevil como ningún otro había hecho hasta entonces.

El autor empezó trabajando con la editorial en un pequeño crossover de Daredevil con Spiderman, en su serie Spectacular Spiderman. Sin embargo, al poco tiempo, empezó a colaborar en el entintado y demás de los números de la propia serie del Hombre sin miedo. La serie no estaba teniendo un muy buen número de ventas, este fue el hecho clave que propició la incorporación de Frank Miller como guionista y escritor al mismo tiempo. Era muy poco usual que una serie cayera en manos de alguien tan primerizo, y más dándole estas dos tareas –algo que tan sólo gente como Jack Kirby podía realizar–; aun así, como la revista no vendía demasiado, no les importaba mucho si se trataban de buenos números o no.

Es aquí cuando Frank Miller revitalizó una serie que estaba a punto de morir. El guionista dotó de un trasfondo más oscuro y tosco al personaje, ahora difícilmente se transformaba de día y sus tareas estaban relacionadas con la más baja escoria y no con villanos absurdos –aunque alguno había–.

Por otra parte, Miller empezó a transformar el universo y la estética al completo del cómic: no sólo se basó en el personaje, también hizo que las calles de Hell’s Kitchen parecieran mucho más deprimentes y sucias; algo que después veríamos claramente reflejado en obras como Sin City. Con todo esto, para completar al detalle el proceso de remodelación, el guionista estudió como eran de verdad las posturas y movimientos de diversas artes marciales, dándole así una dosis más de realismo.

Un realismo que veríamos reflejado en el tono principal de la obra. Daredevil era una obra adulta, Miller no se cortó en hacer que sus peleas se mostraran violentas y desagradables. Precisamente lo que él quería era que los lectores vieran el lado crudo de todo aquello, no usaba la violencia con un tono heroico sino más bien drámatico.

Aparte de esto, aparte de cambiar por completo el aspecto de la obra, también dotó de protagonismo y veracidad a otros personajes sin contar al propio Matt Murdock. Bullseye cobra un especial protagonismo en sus números, el guionista redefine al personaje y su locura con elementos magistrales, dando salida a todo tipo de siniestras fantasías por parte del villano; sin embargo, lo mejor de todo se refleja en la relación que comparten el héroe y su enemigo. Es una relación de odio casi mágica, un odio que acaba por someter la vida de ambos, los cuales llegan a un punto en el que sólo viven para destrozar al otro. Esto es algo muy importante, puesto que aquí vemos como Matt Murdock no es perfecto, también tiene debilidades y en ocasiones la historia hace que te preguntes si realmente está haciendo lo correcto.

Otro de los interesantes personajes en esta etapa es el periodista Ben Urich. El escritor del Daily Bugle resulta de gran importancia, pues incluso llega a descubrir la identidad secreta de Daredevil. Ben acaba convirtiéndose en todo un confidente para el héroe, además de contar con grandes historias protagonizadas por él mismo, como Fumador, uno de los mejores números.

Continuando con los personajes, el autor involucra al rey del crimen, el famoso Kingpin, directamente en la trama de Daredevil. Se trata de Wilson Fisk, un villano sacado de la serie de Spiderman, el cual se había presentado como una mente maestra capaz de controlar y unir toda la delincuencia en su propio beneficio. Aunque Kingpin se alejó del crimen retirándose a Japón, volverá a los Estados Unidos por la posible traición de sus antiguos compañeros. Es entonces cuando surge la chispa y se mete de lleno en toda la organización criminal, justo en lo más alto de la pirámide.

Respecto a este punto, debe mencionarse que Miller crea una transición completamente justificada y sobretodo lógica a partir de esa nombrada chispa –la supuesta muerte de su esposa Vanessa–. Desde este punto de inflexión, Kingpin se convierte en un incordio constante para Daredevil y también para Matt Murdock. Lo más interesante de todo esto, es que se muestra cómo piensa en sí la brillante mente de Fisk, a parte de su terrible autoridad y demás como ya se enseñó en Amazing Spiderman. El hecho de controlar lo que piensa la gente, de evadir a sus enemigos creándoles él mismo sus enemigos, para que se destrocen entre ellos: una táctica muy sucia que le va como un guante. Con todo esto, acaba moldeando un villano espectacular y muy potente para este tipo de historias.

Hablando de incorporaciones en la serie, uno de los íconos más poderosos que Miller entregó a Daredevil fue la salvaje asesina Elektra. Con Elektra, pasa algo muy curioso, y es que a la vez que se mueve hacia el futuro también investiga el pasado a través del personaje. Lo hace creando un vínculo, pues Elektra Natchios es el primer amor de Matt, y en sí la primera razón por la cual se puso una máscara. Con la retrocontinuidad, el guionista introduce un elemento que a partir de ese momento será clave para Matt Murdock.

Y además de todo esto, mientras que en el pasado eran amantes, ahora son enemigos. Se trata de una clásica tragedia entre el deber, la justicia y el amor. El objetivo de Daredevil es atrapar y encarcelar a Elektra, pues ella es una asesina y él no lo puede permitir; aunque el amor que aún siente tampoco le permite dañarla.

Habiendo repasado algunos de los personajes de esta nueva etapa, la mitología que Miller introdujo a su Hombre sin miedo no acaba aquí. Se crea el clan ninja de La Mano –al que Elektra había pertenecido–, una secta diabólica proveniente de Japón. Con esta entidad, en la serie también se crea un cierto aspecto de misticismo, tales como Kirigi, su guerrero inmortal, o el hecho de que los ninjas se conviertan en cenizas cuando mueren. Lo mejor de todo es que no choca con el tono que la serie tenía en aquel entonces, el tratamiento de estos temas sigue siendo muy adulto y realista en cuando a emociones y personajes se refiere –por lo otro, estamos en Marvel, ¡no pidáis realismo científico en el cómic de un superhéroe ciego!–. En este punto de la serie, cabe destacar también el personaje de Stick, el mentor de Matt Murdock que más tarde cobrará bastante importancia, junto con La Mano, después de la muerte de Elektra.

Era obvio que Frank Miller nos estaba proporcionando todo un entorno muy interesante alrededor de Daredevil, y fue después de unos cuantos números cuando uno de los elementos que conformaban este entorno se convirtió en un símbolo. No podemos decir que la muerte de Elektra significó la pérdida de la inocencia, como pudo ser La noche que murió Gwen Stacy, pero para el Diablo significó algo de suma importancia en su vida. Asesinada a manos de Bullseye, su muerte hizo entrar a Matt Murdock en un círculo vicioso de negación que le arrastraba a un estado psíquico irreconocible. Daredevil quedó traumatizado hasta el punto de casi matar a Bullseye, el cual finalmente quedaría en un estado paralítico. Por otra parte, incluso llegó a desenterrar el cuerpo de Elektra porque no era capaz de creer que estuviera muerta. Y además, maltrataba constantemente sus relaciones sociales y amorosas como Matt Murdock.

Sin embargo, como bien dicen en el medio: las muertes en los cómics no son definitivas, excepto la del tío Ben y Gwen Stacy –aunque lo de Gwen casi que ya lo podemos tachar en la actualidad–. Es por esto que en poco llegó la resurrección de Elektra, una etapa que ayudaría a consolidar el pasado del personaje y también toda la mitología en la que se movía Daredevil. Fue entonces cuando se conocieron las verdaderas intenciones que llevaron a la asesina a ingresar en La Mano en un primer momento –aunque luego acabaran convirtiéndola en una fría psicópata–, además de descubrirse la eterna guerra entre La Casta y La Mano, y el papel que ocultaba Stick en todo esto.

A continuación, la etapa termina con un capítulo llamado Ruleta, donde Daredevil hace jugar a Bullseye –inmóvil en la cama del hospital– a este famoso juego mientras le explica cierta historia que le ha hecho replantearse su figura como superhéroe. Es una historia muy especial, en la cual Frank Miller expresa uno de los mensajes que ha querido dar en casi todo el conjunto de la obra donde siempre ha mostrado todo sin filtros, un mensaje muy crudo y duro: el verdadero y negativo ejemplo que dan estos “héroes” a la sociedad.

Finalmente, dejando a un lado todo este tema, la calidad y el trazo del dibujo de Frank Miller es espectacular. La fluidez de paneles y el movimiento de las peleas fue también algo muy novedoso que cabe destacar.

Los números de los que hablamos aquí pertenecen a su primera etapa, del 158 al 191. Después de esto, Frank Miller se retiraría por todo lo alto de la serie, volviendo unos años más tarde con Born Again, una de sus obras más famosas y mejor valoradas.

Lo bueno
  • Frank Miller enriquece la mitología de Daredevil, incorporando y remodelando muchísimos elementos tales como personajes y otros. Ben Urich, Bullseye, Kingpin, Elektra, La Mano, La Casta… Elementos que marcarían al héroe de por vida.
  • Estilo mucho más oscuro y realista del Hombre sin miedo.
  • Fantástico trazo y dibujo, escenas de acción espectaculares
  • Absolutamente todo.
Lo malo
  • Absolutamente nada.
Valoración
Guión: 9
Dibujo: 9
Diversión: 9

Total: 9
Todo el comienzo de la etapa que hizo grande al Hombre sin miedo, unos números completamente recomendables tanto para quienes siguen al personaje como para los más iniciados. Personajes absolutamente increíbles y humanos, escenas de acción magistrales… Una etapa que no puedes perderte.

¿Dónde comprar?
Esta etapa ha sido editada varias veces en España, por desgracia todas las ediciones se encuentran descatalogadas ad infinitum. La última edición está realizada por Panini, en sus Best of Marvel Essentials, sin embargo es excesivamente difícil de encontrar, incluyendo el mercado de segunda mano. Lo más razonable sería comprar el coleccionable de 25 números de Planeta de Agostini, el cual se puede encontrar fácilmente por unos 50 € completo a partir de segunda mano, además este coleccionable incluye hasta el final de la segunda etapa de Frank Miller en la serie.

EDITO: Ahora Panini ha sacado una nueva edición de esta etapa, en su Colección Frank Miller. Es la mejor opción de la que disponemos ahora, podéis comprarlo fácilmente aquí.

Y en la segunda parte… ¡Born Again!

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